Reparto: Johnny Depp, Anne Hathaway, Mia Wasikowska, Helena Bonham Carter, Andrew Scott y Alan Rickman
Título en V.O.: Alice Through the Looking Glass
Nacionalidades: USA
Año:
Fecha de estreno:
Duración: 113 min.
Género: Aventuras y Fantástica
Color o en B/N: Color
Guion: Linda Woolverton
Fotografía: Stuart Dryburgh
Música: Danny Elfman
Alice Kingsleigh (Wasikowska) ha pasado los últimos años siguiendo
los pasos de su padre y navegando en alta mar. A su regreso a Londres,
atraviesa un espejo mágico y regresa al reino fantástico del Submundo
con sus amigos el Conejo Blanco (Sheen), Absolem (Rickman), el Gato de
Cheshire (Fry) y el Sombrerero Loco (Depp), que no es él mismo. El
Sombrerero ha perdido su Muchosidad, por lo que Mirana (Hathaway) envía a
Alice a pedir prestada la Cronosfera, un globo metálico dentro de la
cámara del Gran Reloj que alimenta todos los tiempos. Al volver al
pasado, se cruza con amigos -y enemigos- en diferentes momentos de sus
vidas, y se embarca en una carrera peligrosa para salvar al Sombrerero
antes de que acabe el tiempo.
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Tim Burton ya se encargó de sentar las bases del universo de Alicia en una película a medio camino entre la psicodelia y la fantasía tenebrosa y el cartoon disneyiano con un punto histérico. James Bobin recoge el testigo sin demasiado que añadir a la fórmula y evidenciando los mayores problemas de su antecesora: que la historia se termine perdiendo en un mar de infografía. Porque lo interesante en esta ocasión no es lo que ocurre detrás del espejo, en ese mundo imaginario hipertrofiado lleno de fotogramas sin sentido, sino en la encorsetada sociedad victoriana y en una Alicia que lucha contra las normas establecidas.
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Crítica de Fotogramas
Para quien aún confíe en la herencia de Burton
Lo mejor: el encanto de Wasikowska y el humor de Sacha Baron Cohen.
Lo peor: un Johnny Depp mal calibrado.
Por Beatriz MartínezTim Burton ya se encargó de sentar las bases del universo de Alicia en una película a medio camino entre la psicodelia y la fantasía tenebrosa y el cartoon disneyiano con un punto histérico. James Bobin recoge el testigo sin demasiado que añadir a la fórmula y evidenciando los mayores problemas de su antecesora: que la historia se termine perdiendo en un mar de infografía. Porque lo interesante en esta ocasión no es lo que ocurre detrás del espejo, en ese mundo imaginario hipertrofiado lleno de fotogramas sin sentido, sino en la encorsetada sociedad victoriana y en una Alicia que lucha contra las normas establecidas.
Alicia a través del espejo (Análisis)
4/
5
Oleh
Amparo Montejano